sábado, 26 de octubre de 2024

Publicado en octubre 26, 2024 por admin con 0 comentarios

Elecciones y el cuco del calor.


La tele se desmadra metiendo el cuco en el GC con el peak de calor, con que las mesas cierran luego... y al final como que sacando eso, no es mala hora. Hasta los periodistas en terreno se dan cuenta que en algunos lugares la concurrencia es súper escasa. En efecto, fui y las mesas... es que no sólo estaban bajo techo (así que el calor... meh), sino que además estaban vacías y no esperé nada. Nada. Cero fila. 

Fuera de eso, las mismas burradas de siempre. Gente que se le complica votar porque le pusieron su mesa en el segundo piso (¡pero cómo!), no hay ascensores y le cuesta subir escaleras. Y papeletas marcadas. Es que no, los apoderados no se pueden meter a siquiera tocar los votos. Ahí, condorazo de la presi de mesa. Seguramente, con la urgencia de ayudar a predoblar votos y el apoderado haciéndose el buenito queriendo ayudar y ¡paf! Cuatro votos marcados. 

No sé cuál es la utilidad de marcar votos. Aún con esas papeletas gigantes, la gente tarda en darse cuenta cuando ya hay una preferencia marcada, y una doble preferencia anula el voto. Y si la papeleta es de las chicas, salta a la vista cuando a la tuya ya le metieron el dedo. Nadie gana con eso. No sean pelotas. 

Y lo otro, mucho vocal de mesa primerizo. Parece que, por fin, se pusieron a trabajar e hicieron lo que debieron haber hecho siempre: sortear los vocales y no tener vocales calzados copy-paste que se repiten elección a elección. 

Es que, de verdá, basta. 


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domingo, 20 de octubre de 2024

Publicado en octubre 20, 2024 por admin con 0 comentarios

Si poh, con una IA.


Gen Zs siendo Gen Zs.

Ñuñoa siendo Ñuñoa.

La tele siendo tele.

Pero banco al "Alumno 2", el único cuerdo en todo esto.

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martes, 15 de octubre de 2024

Publicado en octubre 15, 2024 por admin con 0 comentarios

Mi tema con los muertos famosos, ahora.



Digamos que ayer murió otro "famoso" de la tele. Esta vez le tocó a Antonio Skármeta, renombrado escritor e intelectual chileno, pero que "la masa" conoce más por haber tenido un programa que fue ícono de la tele noventosa, "El Show de los Libros". Y no, aunque vi que se hizo masiva la noticia a través de las redes sociales, en el Canal no dije nada. Y no fue primera vez. Ya antes, hubo algunos personajes que pasaron al otro plano de los que tampoco dije nada, por estar "quemados" política o valóricamente. Pero ya más actualmente, he preferido casi siempre el no hacer nada. Omitir. 

Y la razón de eso, lejos de significar una desconexión o un desprecio, va más por el tema mismo de la muerte. Personalmente, me llegó un punto de la vida adulta en que ya estaba dedicando demasiado tiempo a pensar en la muerte. Y tener que, para "quedar bien", recordar con algo en el Canal cada vez que se muere un famoso o una figura de la "cultura pop", sin necesariamente haber tenido un nexo más personal con éstos, o al menos saber quiénes son o reconocerlos en una foto, no me aportaba. Incluso, a ratos lo llegué a considerar un tanto hipócrita. Lo fácil hubiera sido recordar a Skármeta con el video de "El Show de los Libros" en el que leyó la "Oda al Gato" de Neruda, al igual que medio Instagram, pero no. Y es que, sincérate porfa, probablemente tú tampoco veías ese programa en la tele en su época. 

Hacia el año pasado, o más atrás, lo común era, cada vez que se moría alguien que había sido famoso, invocar en el Canal la sección que ya se había hecho un clásico, "¡Se están muriendo todoooooos!" y escribir una breve reseña. Pero hubo unos pocos, contaditos, que no entendieron la idea. Complicarlo todo era idiota, pero lo hicieron. Creyeron que poco menos me estaba riendo y que había que ser más serio. Lo mío iba más allá: se trataba de notar que el mundo en el que crecimos ya no existía y que, cada vez que moría una figura que había formado parte de éste, ese hecho era un recordatorio cruel y bruto de ello. Ese mundo había desaparecido y nunca volvería. En otras palabras, se trataba de una manera un tanto resignada y exagerada (sobre todo exagerada) de decir o hacer notar que todas las figuras, artistas, etc., que acompañaron nuestra generación nos están dejando, poniendo en evidencia que ya “estamos viejos”. Y tratas de buscarle la vuelta, relajándolo y sacándole lo pedantemente serio. Pero tontos graves hay en todos lados. 

Adiós, vaquero. Si te puedo ser sincero, no te veía en la tele. Prefería ver otra cosa. Pero te gustan los gatos, así que sólo por eso ya me caíste bien. 


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